Hermanos Míos, que Dios los bendiga abundantemente, es propicio saludarles muy atentamente, a cada uno de Ustedes, esperando que este día sea de Amor, Paz entre vosotros, que no haya contiendas, discordias, iras, porque Dios, quiere que en nosotros haya ese Amor entre hermanos tal como como nos indica que haya su palabra, porque es el Segundo Mandamiento, "Que amamos los unos a los otros", que compartamos el Amor verdadero entre nosotros, que vivamos el Evangelio de Dios, por que vendrán épocas mejores para nosotros y que Dios los bendiga a cada uno de Ustedes.
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