Ministerio Centro de Evangelismo " Cuerpo de Cristo"

Ministerio Centro de Evangelismo

domingo, 5 de febrero de 2012

EL BUEN SAMARITANO



Por el camino descendía un sacerdote, y aunque lo vio, siguió de largo. Cerca de aquel lugar pasó también un levita, y aunque lo vio, siguió de largo. Pero un samaritano, que iba de camino, se acercó al hombre y, al verlo, se compadeció de él. Lucas 10:31-33
Yue Yue era una niña de dos años que vivía en China. Ella fue una reencarnación moderna de la parábola del Buen Samaritano… sólo que no tuvo un final feliz. Yue Yue fue atropellada por un automóvil en la ciudad de Foshan. El conductor del automóvil se detuvo por unos momentos, y luego siguió de largo, dejándola tirada en la calle. Lascámaras de vigilancia mostraron que al lado de la niña lastimada pasaron varias personas en bicicleta, una persona en motocicleta, y una mujer con un niño. En total, una docena de personas vieron a la niña tirada en la calle, pero todas siguieron de largo.
Eventualmente, Yue Yue fue rescatada por un recolector de basura. Pero eso fue después que la niña había sido atropellada una segunda vez. Yue Yue falleció en el hospital unas horas después.  ¿Cuál fue la reacción de la gente ante esta historia?  Algunas personas en china están escandalizadas por la falta de preocupación de quienes la vieron y no hicieron nada, mientras que otras dicen que las leyes hacen que sea muy peligroso ayudar a alguien que está lastimado.
Escandalizados o a la defensiva, lo cierto es que la niña está muerta.  Es mi deseo que los cristianos nunca hagan algo como lo que hicieron esas personas que pasaron al lado de ella. Es mi oración que ninguno de nosotros nos crucemos ‘al otro lado del camino’ cuando veamos a alguien que necesita ayuda.
¿Por qué? Porque nosotros también estábamos muriendo espiritualmente a causa de nuestros pecados y necesitábamos ayuda… y nuestro Salvador se detuvo para ayudarnos, aunque no tenía por qué hacerlo.
Él no tenía por qué sacrificarse a sí mismo, su vida, su paz, para que nosotros, que habíamos rechazado su señorío, fuéramos rescatados y sanados. No, no había razón para que él hiciera semejante sacrificio, pero eso es exactamente lo que él hizo. Es por ello que ahora, quienes hemos sido perdonados y sanados, a veces tenemos la oportunidad de hacer por otros lo que él hizo por nosotros, tratando de copiar, ya sea física o espiritualmente, el ejemplo del Salvador. No sigamos de largo ante las necesidades de los demás, sino ayudémoslos.
ORACIÓN: Señor, cuando el pecado me había derribado y estaba indefenso, Jesús vino a mi rescate e hizo por mí lo que yo no podía hacer. Te doy gracias por salvarme, y te pido que me ayudes a ayudar a todos los que te necesitan. En el nombre de tu Hijo. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario