"Conoce el Señor a los que son suyos"
2 Timoteo 2:19
Nuestra seguridad no depende en nosotros. Sería imposible para que
los creyentes se aseguraran a sí mismos que pertenecen a Dios, y
que nunca podrían de ser separados de Él, si fuera dejado
a nosotros de hacerlo. Hay tantos factores que impediría esto. Sin
imbargo, aunque puede haber algunos
que
se convencerían que son de Dios, o a lo menos "presumen", ¡todavía
es declarado infaliblemente que "el fundamento de Dios está firme,
teniendo este sello", que "conoce el Señor a los que son
suyos"! En otras palabras, querido amados en el Señor, todos
los que el Padre ha dado a Su Hijo, y han venido a Él, pueden tener
la certeza que el Señor los conoce como los suyos. Como Él
dijo en Juan 6:37 - "Todo lo que el Padre me da, vendrá
a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera", entonces
también decir: "He aquí, yo y los hijos que me dió
Dios" (Hebreos 2:13).
Pero es imperativo que entendemos esto: El saber que somos del Señor,
no solo viene de Su Palabra, como dice 1 Juan 5:13 - "Estas cosas he
escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para
que sepáis que tenéis vida eterna...", y "porque
el mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu que somos
hijos de Dios" (Romanos 8:16), pero, ¡también por la manera
que vivimos! Considere que nuestro texto también dice: "Apártese
de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo". Esto simplemente
quiere decir que si profesamos pertenecer a Dios en Cristo Jesús,
entonces debemos de apartarnos de cualquiera cosa que no sea semejante
a Cristo; porque "el que dice que está en él, debe andar
como él anduvo" (1 Juan 2:6). Oh, ¡por gracia y fortaleza
para apartarnos "de iniquidad" porque somos del Señor! Amén. ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios!
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