Ministerio Centro de Evangelismo " Cuerpo de Cristo"

Ministerio Centro de Evangelismo

lunes, 2 de septiembre de 2013

LA VIDA NUEVA


Ministerio de Evangelismo Cuerpo de Cristo

“Os es necesario nacer otra vez” (Juan 3:7) 
Muchas veces oímos a personas decir que ellos desean poder volver a empezar desde cero en sus vidas; o indicando aún que ellos querrían ser 'nacidos de nuevo'. Esta clase de pensamiento, por supuesto, revela que ellos están frustrados con la manera que sus vidas han ido; o aún quizás peor, ellos son deprimidos porque nada parece ir bien en sus vidas. Otorgamos que esto no es muy obvio con multitudes de personas en que ellos están "contentos" con sus vidas porque ellos parecen tener todo que ellos desean. De hecho, muchos están como el hombre rico de la parábola en Lucas, que “pensaba dentro de sí, diciendo: ¿qué haré, porque no tengo donde juntar mis frutos?”; y entonces él dice, “Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años; repósate, come, bebe, huélgate” (12:17-19). No obstante, podemos ver todavía muchos alrededor de nosotros, y lo que está tan triste es que también incluye a los que profesan ser cristianos, que están tan miserables con sus vidas porque ellos sienten que la vida no ha sido justa con ellos; y por lo tanto, no han podido disfrutar de la VIDA como tal.
Pero el problema ha sido, y siempre será, no tanto la falta ni la posesión de las cosas que determina nuestra felicidad en esta vida (porque como el Señor Jesús lo pone, “La vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee” [Lucas 12:15]), sino la naturaleza pecadora con la cual nacemos. El pecado siempre nos hará miserables e infelices, aún cuándo las cosas parecen ir bien en nuestras vidas y somos "bendecidos" con la abundancia de cosas. O sea que lo tenemos todo, o no tenemos nada, si no trataremos con el problema del pecado seremos la persona más miserable y más infeliz en el universo entero a menos que algo radical suceda en nuestras vidas para que puédanos decir con el apóstol Pablo: “Pues he aprendido á contentarme con lo que tengo. Sé estar humillado, y sé tener abundancia: en todo y por todo estoy enseñado, así para hartura como para hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:11-13). Habiendo aprendido esto, ahora Pablo podría alentar y dar esperanza a los creyentes filipenses; y a todos los santos de Dios: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme á sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (v.19). Aún el Salmista concuerda con él: “Jehová es mi pastor; nada me faltará,es decir, carecer nada (Salmo 23:1). Amén.
Esto levanta la pregunta: ¿Cómo podemos yo y UD. disfrutar de la vida a lo más repleto y ser felices a pesar de tener nada o tener todo en esta vida? La respuesta es muy obvia: “"Os es necesario nacer otra vez” según al Señor Jesús. Cuándo experimentamos el Nuevo Nacimiento, ¡es entonces que empezamos una NUEVA VIDA! Todavía quizás no tengamos nada o lo tenemos todo, pero nuestra perspectiva y la relación con esas cosas que percibíamos ser la última bendición de la alegría y de la felicidad, también cambian. Nosotros AHORA vivimos para un mejor futuro y una mejor esperanza que lo que tenemos en este mundo en que ya no miramos “á las cosas que se ven, sino á las que no se ven: porque las cosas que se ven son temporales, mas las que no se ven son eternas” (2 Corintios 4:18). De hecho, Colosenses 3:1-4 lo pone de esta manera: “Si habéis pues resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado á la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque muertos sois, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifestare, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”. Pero esto sólo puede ser verdad si somos “nacidos de nuevo”. Nosotros AHORA empezamos una Nueva Vida porque Cristo es nuestra “vida”; y el dominio del pecado que nos controlaba “en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos” (Efesios 2:3) para que todo pudiera ir bien en nuestras vidas ha sido quebrado por la Muerte y la Resurrección del Señor Jesucristo para que AHORA nuestro sumo Gozo y Felicidad están en Él Solo y para estar con Él en la Gloria para siempre y jamás. Amén. ¡Gloria a Dios!

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