Ministerio Centro de Evangelismo " Cuerpo de Cristo"

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domingo, 1 de septiembre de 2013

NUESTRO DIOS

¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!
Apocalipsis 19:6
Es verdad que al mirar alrededor de nosotros todo lo que podemos ver es la maldad y la impiedad y la corrupción que parece ser la “norma”, que seremos inclinados de preguntar, “¿Dónde esta Dios?” Sí, nuestra queja sería como la de los santos antiguamente: “Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio: ¿por qué ves los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él” (Habacuc 1:13); o como se queja Jeremías: “¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan deslealmente?” (12:1); o como el Salmista: “Porque tuve envidia de los insensatos, viendo la prosperidad de los impíos. Porque no hay ataduras para su muerte; antes su fortaleza está entera. No están ellos en el trabajo humano; ni son azotados con los otros hombres. Por tanto soberbia los corona: Cúbrense de vestido de violencia. Sus ojos están salidos de gruesos: Logran con creces los antojos del corazón. Soltáronse, y hablan con maldad de hacer violencia; Hablan con altanería. Ponen en el cielo su boca, y su lengua pasea la tierra. Por eso su pueblo vuelve aquí, y aguas de lleno le son exprimidas. Y dicen: ¿Cómo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en lo alto? He aquí estos impíos, sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas(73:3-12).
No obstante, amados, aún aunque esto es verdad de “los que no conocieron á Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo” (2 Tesalonicenses 1:8), es también verdad que si “por fe andamos, no por vista” (2 Corintios 5:7), ¡todavía podemos ver que el nuestro grande Dios todavía está en control! Note que nuestro texto se encuentra después de los 7 Sellos de Apocalipsis 5 al 8:1, y de las 7 Trompetas del capítulo 8:2 al 11:15, y de las 7 Plagas del capítulo 15:1 al 16:17, y de todo lo contenido allí, pero también antes que la Iglesia es casada al Cordero, y el Señor Jesucristo viniendo para destruir á los impíos, y del juicio del grande trono blanco de los perdidos, y de la creación del nuevo cielo y tierra, y de la seguridad de la gloria en el Señor Jesucristo. Sí, nuestros corazones y labios deben de unirse con aquellos de nuestro texto en cantar el Canto de Victoria de nuestro texto; porque verdaderamente el Dios omnipotente nuestro es digno de ser alabado porque TODO lo que ha acontecido, esta aconteciendo, y lo que acontecerá, no es por accidente, sino ¡porque así Él lo ha ordenado en acontecer! ¿Por qué? Porque Él ha reinado, esta reinando, y reinará para cumplir TODO lo que le agrada de hacer en que Él tiene TODO poder para hacerlo como Isaías nos dice: “Porque yo soy Dios, y no hay más Dios, y nada hay á mí semejante; Que anuncio lo por venir desde el principio, y desde antiguo lo que aun no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quisiere;… Yo hablé, y lo haré venir: he lo pensado, y también lo haré” (46:9-11). Qué esto llena su corazón y su pensamiento con paz y confortación sabiendo que no importa qué oscuro se pongan las cosas alrededor de nosotros, o qué tan desesperado como sean las cosas, sabemos con toda seguridad “que á los que á Dios aman, todas las cosas les ayudan á bien, es á saber, á los que conforme al propósito son llamados” (Romanos 8:28). “Aleluya: porque reinó el Señor nuestro Dios Todopoderoso” (Apocalipsis 19:6). Amén. ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios!

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