Ministerio de Evangelismo Cuerpo de Cristo
“Con cuerdas
humanas los traje, con
cuerdas de amor” (Oseas 11:4)
Ha sido
dicho que el amor es
el imán más poderoso que hay; y puede ser dicho que es
verdad. Aún el corazón
más rebelde y endurecido puede ser ablandado y puede ser
atraído por el amor. En
el contexto de nuestro texto, esto es lo que Jehová ha hecho con
Su pueblo
reincidente, quienes fueron descritos por Él “como
becerra cerrera (reincidente)” ((Óseas
4:16); y por lo tanto, ¡podrían ser tratados como
bestias! Pero ah, la grandeza de las misericordias y bondad de Dios en
que Él trata
con Su pueblo con tal gran amor, que en vez de traerlos a Él con
el látigo y el
furor de Su Ley y Ira, Él los trata con mucha ternura y
gentileza. Él lo hace
'por el poder invencible de su gracia, obrando dulcemente sobre ellos,
y atrayéndolos;
él lo hace revelando a Cristo en ellos, en las glorias de su
persona y en las
riquezas de su gracia, y dejando entrar su amor en sus corazones; y por
invitaciones amables, por las promesas preciosas, y por las
enseñanzas divinas,
asistido con su gracia poderosa y eficaz' (Comentario de Juan Gill).
Verdaderamente,
¿quién puede resistir “su mucho amor con
que nos amó” (Efesios 2:4)?
Primero, note que Él “con cuerdas humanas los trae”. Ah, la maravilla de la
condescendencia de Dios en traernos a Él, y no tanto como
haciéndolo en una
manera humana, es decir, como hombre a un hombre; sino por Él
haciéndose
semejante a Hombre en Su Hijo, el Señor Jesucristo.
Habría sido totalmente
imposible ser traídos por Él aparte de la
Encarnación; porque seríamos
consumidos por Él, “quien sólo tiene
inmortalidad, que habita en luz inaccesible; á quien ninguno de
los hombres ha
visto ni puede ver” (1 Timoteo 6:16). Pero estas “cuerdas
humanas” es el Hombre Jesús quien nos trae a Dios por todo
lo que Él hizo para traernos a Él. Míralo, amado,
y vea cómo usted dirá con la
Sulamita: “Llévame (tráeme)
en pos de ti, correremos” (Cantares
1:4); porque Él prometió: “Y yo, si fuere
levantado de la tierra, á todos traeré á mí
mismo” (Juan 12:32).
Pero en el segundo lugar, este traer es “con cuerdas de
amor”. Sí, nuestro Dios
es “el Dios de toda gracia” (1 Pedro
5:10), Él “es amador de misericordia” (Miqueas
7:18); y ah sí, Él es Bueno, Compasivo, Longánimo,
Perdonar, etc., cuáles cosas
nos traerían a Él, pero ¡note que es dicho que
Él nos trae “con cuerdas de amor”! Las palabras
me fallan de hacer justicia a
la verdad gloriosa que vemos aquí; porque cómo precioso
que sea la gracia, la
misericordia, la bondad, la compasión, la longanimidad y el
perdón de Él; ¡todavía
lo que se destaca sobre todo es Su AMOR! En este amor vemos que todo lo
que
Dios es asegurará que todos aquellos que Él ama con un
amor eterno serán
traídos a Él. Es un amor que se extiende a la eternidad
perpetuamente para
siempre. No sólo es un amor que es en Jesucristo nuestro
Señor, pero es el
mismo amor con que Él nos ama como Él ama a Su propio
Hijo. La prueba de este amor
es manifestada en la Cruz del Calvario. Por eso, una vez que miras con
la fe al
Señor de los cielos crucificado, no puedes resistir sino ser
traído a Él y
decir con Pablo: “El cual me amó, y se
entregó á sí mismo por mí”
(Gálatas 2:20). ¡Aleluya!!! Amén. ¡Gloria a Dios!
No hay comentarios:
Publicar un comentario