Ministerio de Evangelismo Cuerpo de Cristo
“De Jehová es la salvación: Sobre tu
pueblo será tu bendición”
(Salmo
3:8)
La “bendición” más grande, y TODO lo que es
derivado de ella, es de
ser bendecido con la “salvación tan grande”
(Hebreos 2:3) de Dios, que es “de Jehová”.
Quite esto, y ¡a pesar de tener todas las bendiciones temporales
que uno puede
tener, o sea la buena salud física, o la prosperidad financiera,
o una familia
amorosa, etc., usted NO TIENE NADA! Temo que para muchos de nosotros,
inclusive
muchos que profesan ser cristianos, tienen sus ojos y corazones puestos
en las
cosas de AHORA, es decir, en esas cosas “que
se aparecen por un poco de tiempo, y luego se desvanecen” (Santiago
4:14).
En vez de “buscar las cosas de arriba,
donde está Cristo sentado á la diestra de Dios” y “poned la mira en las cosas de arriba”, y
"no en las de la
tierra" (Colosenses 3:1, 2), ellos miran “á las
cosas que se ven”, que “son
temporales”; y no “eternas” (2 Corintios
4:18); y en hacer así, el Señor Jesús
podría decir a ellos, como Él hace a la
iglesia de Laodicea: “Porque tú dices: Yo
soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; y
no
conoces que tú eres un cuitado y miserable y pobre y ciego y
desnudo”
(Apocalipsis 3:17).
Del otro
lado, amados, si son
“salvos en Jehová con salvación eterna”
(Isaías 45:17), Su “bendición”
está
sobre USTEDES simplemente porque son bendecidos “con TODA bendición espiritual
en lugares celestiales en Cristo: Según los escogió en
él antes de la fundación
del mundo…" (Efesios 1:3, 4). (Énfasis mío) Pero esto
sólo puede ser
verdad si usted es salvado con Su salvación, cuya
salvación es por la Gracia
sola, por la Fe sola, y en Jesucristo solo; y no una salvación
que es hecha por
el hombre; porque es Su salvación que asegura Su
bendición sobre Su pueblo. En
esta salvación, todo el pueblo de Dios ha sido bendecido con
TODO lo que ellos
necesitan, no sólo para el AHORA, ¡sino también
para TODA la eternidad! Piensa
de ello: En Jesucristo, en quien Dios nos ha dado Su salvación,
tenemos TODA la
Gracia que necesitamos, TODA la Fe que necesitamos, TODA la Justicia
que
necesitamos, TODA la Santificación que necesitamos, y más
y más y más, etc.;
porque “en él estamos cumplidos”
(Colosenses 2:10) y “nada (nos) faltará”,
es decir, carecer nada (Salmos 23:1). Aún en nuestras peores
situaciones de
salud y financieras, o en nuestros momentos más oscuros y
sufrimientos que
nosotros quizás aguantemos, o nuestros peores enemigos son los
nuestros que amamos
en esta vida; todavía a pesar de todo esto, si tenemos la
salvación de Dios en
Su amado Hijo, el Señor Jesucristo, somos verdaderamente
bendecidos. Amén. ¡Gloria a Dios!
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